El Escuadrón del Pueblo Santo

Libro "La Biblia Aclarada", Cap. 3, Tomo 1

Narración: Hno. Mauricio Genolet

En esta tercera predicación, nos ocuparemos de la misión de Elías, de formar el Escuadrón del Pueblo Santo, que dice Daniel en su libro, capítulo 12.

Porque, por una parte, tenemos a Elías, con la misión de preparar un pueblo sabio y apercibido, y por la otra parte, a Daniel con su Escuadrón del pueblo Santo; que es puesto por señal del fin.

Dos profecías que se juntan, con un mismo mensajero.

Por esa causa es que de adentro de la Asamblea Cristiana, Reunidos en el Nombre de Jesús, nace el Escuadrón del Pueblo Santo, que dice el profeta Daniel, y de adentro del Escuadrón del Pueblo Santo, nació el Jardín de Jehová. ¿Por qué?

Porque somos el plantío de Jehová.

Este Escuadrón del Pueblo Santo, tiene veintiún años de vida.

Lo integran hombres y mujeres, ancianos, jóvenes, todos los que creen en Dios, y en sus santas profecías; es un Escuadrón simbólico, es el Escuadrón que no mata; es el Escuadrón que da vida a todo aquel que cree.

Es el Escuadrón que no usa armas, que no las precisa.

¿Por qué no las precisa?

Porque es el Escuadrón de Dios.

Las armas que usa el Escuadrón del Pueblo Santo, son distintas a la de los ejércitos terrenales, y les diré enseguida cuáles son, tomando las mismas palabras de S. Pablo a los Efesios, capítulo 6, vrs. del 13 hasta el 17, que dice:

Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y estar firmes, habiendo acabado todo.”

Estad, pues firmes, ceñidos vuestros lomos de verdad, y vestidos de la cota de justicia.”

Y calzados los pies con el apresto del Evangelio de paz; sobre todo, tomando el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.”

Y tomad el yelmo de salud, y la espada del Espíritu; que es la palabra de Dios.”

Estas son las armas que usamos nosotros, y estamos muy contentos, con la armadura de Dios.

Ahora teníamos que presentar al mundo este Escuadrón de Dios, simbólico, porque es puesto por señal del fin.

¿Y cómo se puede presentar un Escuadrón sin uniforme?

Todos los escuadrones o ejércitos de la tierra usan uniformes, ¿y puede ser que el Escuadrón de Dios no use uniformes?

Entonces, la revelación de Dios llegó hasta nosotros, y así, bajo la guía del Espíritu Santo, surgieron los uniformes de campaña y de gala.

Uniformes de campaña, llamamos al uniforme, se puede decir diario, que, mejor dicho, es el que usamos todos los domingos que nos reunimos en nuestro local, para estudiar la palabra de Dios, para estudiar la Banda de Música, y el resto de las horas del día domingo, pasarlo en amables conversaciones, como conviene a santos y gente que profesan Piedad.

Durante la semana no usamos ningún uniforme; el uniforme de gala, lo usamos en especial para las fiestas de marzo y septiembre.

Los colores de nuestros uniformes son también simbólicos; el de campaña es verde, simbolizando la oliva, de donde se extrae el aceite, cuyo aceite es figura del Espíritu Santo.

El de gala, es blanco y celeste; el blanco simboliza santidad, el celeste altura; esos son nuestros uniformes, y estamos orgullosos de usarlos.

No usamos ningún distintivo que tenga que ver nada con ninguna Nación de la tierra.

Estos uniformes, están hechos por varias modistas que son de la Congregación.

El estilo de los distintos trajes, son hechos siempre bajo el sistema bíblico.

A las acusaciones injustas que en tiempos pasados hemos tenido que hacer frente, contesto con las mismas palabras de San Pablo, cuando fue presentado delante del gobernador Félix, para ser juzgado: Hechos, capítulo 24, vrs. 13 y 14, que dice:

Ni te pueden probar las cosas de que ahora me acusan. Esto empero te confieso, que conforme a aquel camino que llaman herejía, así sirvo al Dios de mis padres, creyendo todas las cosas que en la ley y en los Profetas están escritas.”

De nuestra Congregación, han dicho cualquier cosa, para que se cumpla en nosotros el dicho de San Pablo a los Corintios, primera Epístola, cap. 4, vrs. del 9 hasta el 13, que dice:

Porque a lo que pienso, Dios nos ha mostrado a nosotros, los Apóstoles por los postreros, como a sentenciados a muerte: porque somos hechos espectáculo al mundo y a los ángeles y a los hombres.

Nosotros, necios por amor de Cristo y vosotros prudentes en Cristo; nosotros flacos y vosotros fuertes; vosotros nobles y nosotros viles.”

Hasta esta hora hambreamos y tenemos sed y estamos desnudos y somos heridos de golpes y andamos vagabundos; y trabajamos obrando con nuestras manos: nos maldicen y bendecimos; padecemos persecución y sufrimos. Somos blasfemados y rogamos; hemos venido a ser como la hez del mundo, el deshecho de todos hasta ahora.”

Pero, ¿qué dice el Señor en el Evangelio según S. Lucas, capítulo 23, vr. 31?

Porque si en el árbol verde hacen estas cosas, en el seco ¿qué se hará?

Bien claro lo dice el Señor, que, si se atrevieron con Él, que tenía el poder y la fuerza de Hijo de Dios, que era nada menos que una de las tres Personas Divinas, ¿cómo nos podíamos escapar nosotros de estas aflicciones que hemos vivido estos últimos tiempos?

Sea la gloria y el honor a la Santa Trinidad, que nos ha dado fuerzas para poder sobrellevar estas cosas.

Aprendiendo de Jesús, que dice en el Evangelio según S. Mateo, capítulo 16, vr. 24:

Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.”

Todo esto, confirma también Jesús, en el sermón profético S. Mateo, capítulo 24, vrs. 12, 13 y 14, que dice:

Y por haberse multiplicado la maldad, la caridad de muchos se resfriará.”

Mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este Evangelio del Reino en todo el mundo, por testimonio a todos los Gentiles; y entonces vendrá el fin.”

Corresponde entonces perfectamente, este hablar del Señor, con la profecía de Daniel, capítulo 12, vrs. 6 y 7, que dice:

Y dijo uno al varón vestido de lienzos que estaba sobre las aguas del río: ¿Cuándo será el fin de estas maravillas? Y oía al varón vestido de lienzos que estaba sobre las aguas del río, el cual alzó su diestra y su siniestra al cielo, y juró por el viviente en los siglos, que será por tiempo, tiempos y la mitad.”

Y cuando se acabare el esparcimiento del Escuadrón del Pueblo Santo, todas estas cosas serán cumplidas.”

Y yo oí, mas no entendí. Y dije: Señor mío, ¿qué será el cumplimiento de estas cosas?"

Y dijo: Anda Daniel, que estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del cumplimiento.”

Muchos serán limpios y emblanquecidos, y purificados, mas los impíos, obrarán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero entenderán los entendidos.”

Esta profecía, la interpretación de Elías, de formar el Escuadrón del Pueblo Santo, los demás puntos bíblicos que confirman los tiempos que vivimos, abren las puertas a todos los creyentes, para formar parte en este glorioso Escuadrón de Dios, que es puesto por señal del fin; porque si antes fue dicho por Jesús, cuando vino a Galilea, como leemos en S. Marcos, capítulo 1, vrs. 14 y 15, que dice:

Más después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea, predicando el Evangelio del Reino de Dios, y diciendo: El tiempo es cumplido, y el Reino de Dios está cerca: arrepentíos, y creed al Evangelio.

Les decía, y si antes fue dicho así por Nuestro Señor, ¿qué diremos entonces ahora?

Porque cuando Jesús predicaba, el Reino de Dios se había acercado, por cuanto el Hijo de Dios estaba en la tierra; se había cumplido el tiempo de su primera venida, y era necesario arrepentirse, y creer al Evangelio, para la salvación del alma, y para la paz del espíritu, para vivir una vida en calma, una vida confiada, en la ayuda y protección de Dios. ¿Qué diremos entonces ahora, que nos vamos aproximando a los dos mil años de estas palabras de Nuestro Señor? ¿Qué diremos ahora, que vemos bien claro la segunda venida del Hijo de Dios, con potestad y gloria?

El cristiano que sienta en su corazón la palabra de Dios, el amor de la Santa Trinidad, no cese de dar Gloria a Dios, porque por eso recordamos lo que está escrito en S. Juan, capítulo 3, vr. 16, que dice:

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”

¿Qué conviene hacer?

S. Pablo dice a los Colosenses, capítulo 3, vrs. 1 y 2:

Si habéis pues resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.”

Poned las miras en las cosas de arriba, no en las de la tierra.”

Rogar debemos a Dios, que nos aumente la fe; dedicar algunos minutos, aunque sea en el día, a la lectura de la Santa Biblia, para que cada uno, personalmente, conozca y se convenza acerca de la verdad de las cosas que pertenecen a Dios.

En cuanto a los demás, de cómo seguir el camino, no hay imposición alguna, lo que vale es el corazón, que el corazón sea entregado a Dios, guardar sus mandamientos, sabiendo que el mandamiento y la ley se cumplen en estas palabras:

Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” (S. Mateo, capítulo 22, vr. 39).

En cuanto a los hermanos ya congregados, que se han hecho sus uniformes, sus carpas, el equipo completo para formar parte del Escuadrón de Dios, lo han hecho voluntariamente, y muchas veces les hemos dicho a los hermanos que igual pueden venir al culto sin uniforme, sin carpas y sin equipo.

¿Y saben por qué?

Porque con los ya congregados, alcanza, para ilustrar la Biblia, o mejor dicho, para documentar que el Escuadrón del Pueblo Santo, existe, que este Escuadrón vive, para demonstrar al mundo que esta profecía se cumplió.

Los hermanos que se siguen congregando, les alcanza a ellos que tengan fe, que crean en la Santa Trinidad, y en todos los dichos de los Apóstoles y profetas.

Los hermanos de la ciudad de Mercedes, que creo han de estar escuchando la mayoría de ellos esta audición, a los cuales aprovecho la oportunidad para saludarlos en el nombre del Señor, y para decirles que, si Dios quiere, pronto los visitaremos. Como les decía, los hermanos de Mercedes saben bien que ninguna carga les hemos impuesto, y como a ellos, a nadie.

Pero lo que pasa, es que después nos empiezan a decir: hermanos, nosotros también queremos uniformarnos, nosotros también queremos formar parte activa, en el Escuadrón del Pueblo Santo.

Y como ustedes ven, no podemos rechazarlos, de ninguna manera, porque decirles que no, parece despreciarlos, y más cuando estas cosas vienen de Dios, que nacen del corazón, no podemos decirles otra cosa que: Gloria a Dios, ingrese usted también en la vida activa del glorioso Escuadrón del Pueblo Santo de Dios.

Pero, les repito, basta que el convencimiento sea personal, y que el amor de Dios se haga sentir en vuestros corazones, respecto a esta Obra triunfal de la Santa Trinidad, que lleva Elías, mensajero de Dios, pueden contarse adentro de las filas del Escuadrón, y del pueblo bíblico de Dios.

Porque se trata que viene el fin, como lo dice el profeta Ezequiel en su libro, capítulo 7, vrs. 1 y 2, que dice:

Y fue a mi palabra de Jehová, diciendo: Y tú, hijo del hombre, así ha dicho el Señor Jehová a la tierra de Israel. El fin, el fin viene sobre los cuatro cantones de la tierra.”

Si bien el profeta se dirige en especial a Israel, y sobre ese pueblo se dirige la profecía, es terminante también el dicho de Jehová, como una advertencia en general que: “El fin viene sobre los cuatro cantones de la tierra.”

Termino mi predicación, con la palabra de Jesús, según S. Mateo, capítulo 13, vr. 43, que dice:

Entonces los justos resplandecerán como el sol en el Reino de su Padre: el que tiene oídos para oír, oiga.

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